Escrito por Luca Chiantore (copyleft agosto 2013)

En los días anteriores he hablado de muchos temas relacionados directa o indirectamente con los doctorados en música. Pero una pregunta inevitable a la que hemos de prestar toda nuestra atención es precisamente aquella en la que todo esto empieza: ¿por qué un músico debería cursar un doctorado? ¿Qué gana a cambio? ¿Qué alicientes pueden llevarlo a dedicar años de su vida a una formación de este tipo, incluso si ésta está directamente ligada a su actividad artística?

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Es un interesante ejercicio buscar las respuestas a estas preguntas. Las reduzco a seis, que me parecen sintetizar distintas actitudes, todas ellas respetables pero también muy distintas entre sí en forma y contenido, y a estas seis razones voy a dedicar los siguientes posts, dos respuestas al día. Como os podréis imaginar, dejo para el final las que más me importan, tanto es así que hoy empiezo por las más tangibles y concretas. No sé si para algunos serán las más importantes. Para mí no lo son, pero sé que todo suma, y que cada uno puede tener sus alicientes.

 

RAZÓN Nº 1: EL PRESTIGIO

Una primera razón (que es en realidad un conjunto de razones) es el prestigio, a veces sostenido por un mayor estatus profesional, otras veces materializado en una inyección de autoestima, a menudo aliñado por el reconocimiento de las personas de nuestro entorno. Nos cueste creerlo o no, hay países y entornos en los que tener el título de doctor cambia las relaciones interpersonales: en un país como Alemania, entre ser Frau X y ser Frau Dr. X existe una diferencia importante de trato y respeto (lo que bien puede compensarse con una sana carga de autoironía, como la de la tira cómica que inserto al final de este post: cuando tengan ocasión, no dejen de visitar la mítica página de la que procede, www.phdcomics.com). Y todo ello puede estar acompañado de una significativa diferencia de sueldo: en Brasil, por ejemplo, un profesor de una Facultad de Música (institución análoga en muchos sentidos a un conservatorio europeo) pasa a cobrar automáticamente hasta un 40% más en el momento en que se doctora. Un aliciente nada despreciable para promover la formación del profesorado, ¿verdad?

 

RAZÓN Nº 2: LAS SALIDAS PROFESIONALES

Por otra parte, en prácticamente todos los entornos universitarios del mundo, si eres doctor puedes optar a plazas a las que de otro modo no se puede acceder (en España, por ejemplo, las de “Titular”, “Contratado Doctor” y “Catedrático”). De momento, allá donde la enseñanza musical no se oferta en el marco universitario, esta situación parece lejana, pero en la medida en que se presione para dar a los conservatorios un estatus universitario (como está sucediendo en diversos países, y entre ellos España), puede que las cosas cambien rápidamente. Y al margen de estas situaciones hipotéticas, hay una innegable realidad curricular: de momento, los doctores en música en muchos países son muy escasos, y lo seguirán siendo durante varios años. Pero es probable que en Europa y en otras partes del mundo suceda en los próximos años algo parecido a lo que está sucediendo actualmente con los estudios de maestría: hasta hace poco los pianistas con un título de master eran una rareza, y en pocos años todo ha cambiado; en breve casi todo el mundo tendrá un master y para marcar alguna diferencia curricular habrá que subir un escalón.

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Ahora bien, todo lo que acabo de escribir no es, desde luego, un conjunto de razones que despierten mi mayor empatía. Sólo he empezado de aquí para recordar que el doctorado no es sólo una cuestión de elucubraciones intelectuales o elevados logros artísticos: es también un impulso a nuestra propia vida profesional y personal. Pero esto no se acaba aquí. He anunciado seis razones, y seis serán. Mañana seguiré con otras dos, mucho más golosas. ¡Que pasen un buen día, y que no falte una sonrisa!

N.B. Este post forma parte de una serie de textos escritos en agosto de 2013 con ocasión del convenio que Musikeon ha suscrito con la Universidad de Aveiro. A continuación, están los enlaces correspondientes a toda la serie y la página dedicada a dicho doctorado en la página web de Musikeon: